martes, 16 de marzo de 2010

Biblioteca Digital Mundial

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha puesto en línea una Biblioteca Digital Mundial (BDM), de acceso gratuito, para mostrar y explicar en siete idiomas las joyas y reliquias culturales de la humanidad.

Se trata de la tercera biblioteca digital en importancia después de Google Book Search (http://books.google.es/) y el nuevo proyecto europeo, Europeana(http://www.europeana.eu/portal/). La BDM reune material universal invalorable: antiguos documentos de caligrafía antigua persa y china, los primeros mapas del Nuevo Mundo; el Hyakumanto darani, un documento en japonés publicado en el año 764 y considerado el primer texto impreso de la historia; trabajos de científicos árabes develando el misterio del álgebra; y la Biblia de Gutenberg.

La idea fue concebida en 2005 por James H. Billington, director de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. El proyecto fue desarrollado por un equipo de la Biblioteca del Congreso de EU, con asistencia técnica de la Biblioteca de Alejandría y la Unesco, que movilizó a sus miembros para entregar contenidos de su patrimonio cultural.

Bibliotecas e instituciones culturales de Brasil, Egipto, China, Francia, Irak, Israel, Japón, Malí, México, Marruecos, Holanda, Qatar, Rusia, Arabia Saudita, Serbia, Eslovaquia, Africa del Sur, Suecia, Uganda, Gran Bretaña y Estados Unidos aportaron contenidos y experiencia. La Unesco confía en firmar contratos de colaboración con unos 60 países más antes de fin de año.

El desarrollo de la BDM costó más de 10 millones de dólares, aportados por donantes privados. Entre otros, Google, Microsoft, la Fundación Qatar, la Universidad Rey Abdullah de Arabia Saudita y la Corporación Carnegie de Nueva York. Desde luego, más financiamiento será necesario a medida que la BDM aumente su caudal de documentos e incluya a los países más pobres.

Desde su casa, cualquiera puede escuchar la primera grabación de "La Marsellesa", ver unos huesos-oráculo chinos de 3.200 años de antigüedad, leer un panfleto político árabe del siglo XV, ver la mítica Biblia de Gutenberg o descifrar el primer planisferio que menciona el nombre de "América", la Declaración de Independencia de Estados Unidos, así como las Constituciones de numerosos países; el diario de un estudioso veneciano que acompañó a Fernando de Magallanes en su viaje alrededor del mundo; el original de las "Fabulas" de Lafontaine, el primer libro publicado en Filipinas en español y tagalog, y unas pinturas rupestres africanas que datan de 8.000 A.C.

Tesoros, que hasta ahora se encontraban reservados bajo siete llaves en los principales museos o bibliotecas del mundo, surgen ahora de la pantalla de la computadora e incluso pueden ser impresas, memorizadas en el disco duro o grabadas en un CD o en un DVD.
Cada joya de la cultura universal aparece acompañada de una breve explicación de su contenido y su significado. Los documentos fueron escaneados e incorporados en su idioma original, pero las explicaciones aparecen en siete lenguas, entre ellas el Español.
El acceso es gratuito y los usuarios pueden ingresar directamente por la Web, sin necesidad de registrarse, a través del sitio www.wdl.org

La importancia que reviste la BDM va mucho más allá de la incitación al estudio de los jóvenes que viven en un mundo audiovisual. Este proyecto posibilita el acceso, íntimamente y sin límite de tiempo, al ejemplar invalorable, inabordable, único, que cada uno alguna vez soñó con conocer.

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