miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Espionaje Diplomático


En los últimos días mucho se ha hablado acerca del escándalo mundial relacionado con la publicación de los cables informativos entre los cuerpos diplomáticos de Estados Unidos de Norteamérica y funcionarios de ese mismo país, donde dan información relativa a la situación del país en donde se encuentra asentada la misión, esto vino a destapar una de las grandes teorías de la conspiración que tanto negaron nuestros vecinos del norte, en relación al monitoreo, por no decir vigilancia, de todo lo ocurrido en los diferentes países en los que tienen intereses.

La información que las misiones diplomáticas norteamericanas envían a su gobierno son de los más variada desde la situación política, social y económica de un país hasta las condiciones físicas y mentales de quienes los gobiernan, información que les permite tomar la delantera en las relaciones políticas internacionales, lo que explica el gran poder de persuasión y negociación de su aparato de política exterior.

Sin embargo existe un aspecto fundamental que es necesario tomar en cuenta antes de juzgar las acciones de transmisión de información de las representaciones diplomáticas y es que el Convenio de Viena sobre Relaciones Diplomáticas en su Art. 3 es muy claro al decir:

1. Las funciones de una misión diplomática consisten principalmente en:

a. representar al Estado acreditante ante el Estado receptor; b. proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales, dentro de los límites permitidos por el derecho internacional; c. negociar con el gobierno del Estado receptor; d. enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al gobierno del Estado acreditante; e. fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor.

Es decir el Derecho Diplomático prevé que las misiones diplomáticas acreditadas en los diversos países tienen la facultad de recabar información, por medios lícitos, y enviarla a su país, a través de los medios que usualmente utiliza un país para intercambiar información con sus funcionarios públicos.

Esto demuestra la buena utilización del aparato diplomático Norteamericano y la terrible inocencia de los diversos gobiernos que cuentan con una representación de ese país, pues como en el caso de México los funcionarios públicos de primer nivel que sostienen reuniones con funcionarios diplomáticos norteamericanos a la primera de cambio, como se dice coloquialmente, sueltan la sopa, a sabiendas de que dichos diplomáticos tienen por norma no guardar secretos y menos al gobierno al que pertenecen.

Esta lección debe de enseñarnos que las representaciones diplomáticas no son únicamente para brindar protección consular o dar visas sino que tienen un objetivo político estratégico muy importante y su utilización como mecanismos de información es fundamental para incrementar la eficacia de las relaciones políticas internacionales de un país, pues el buen conocimiento de la situación de un país en el que se cuenta con una representación diplomática permite obtener ventajas comparativas para la mejor implementación de estrategias políticas, económicas, sociales y culturales, para un mejor aprovechamiento de las relaciones internacionales, así como una mayor capacidad de negociación.

Por otro lado también nos indica la necesidad de establecer estrategias para evitar la fuga de información, principalmente de boca de nuestros funcionarios, quienes deben, sobre todo, guardar discreción ante diplomáticos de otros países, principalmente en información que a la larga puede resultar incomoda o perjudicial para la credibilidad del gobierno ante la sociedad que gobierna.

Lo dicho en estos cables sobre México no es nada que no sepamos lo que sí es de llamar la atención es que dicha información fuera proporcionada por funcionarios mexicanos e inclusive dichas en reuniones del propio Presidente Calderón.

Piensa mal y acertaras reza el refrán popular que en este caso aplica significativamente.

LRI. Alejandro Aguirre Tovar

No hay comentarios: