Desde el inicio de la Década de la educación por un futuro sostenible, hemos tratado de contribuir cada año a la celebración, el 10 de diciembre, del Día Universal de los Derechos Humanos, insistiendo en la estrecha vinculación entre sostenibilidad y universalización de todos los Derechos Humanos.
En efecto, la primera generación de Derechos democráticos, civiles y políticos (de opinión, reunión, asociación…) para todos, sin limitaciones de origen étnico o de género, es una condición sine qua non para la participación ciudadana en la toma de decisiones que afectan al presente y futuro de la sociedad. La expansión de las libertades constituye, pues, un pilar fundamental para abordar la problemática de la sostenibilidad.
Pero para avanzar hacia la sostenibilidad de las sociedades, será necesario reconocer y garantizar otros derechos igualmente imprescindibles. Nos referimos a los Derechos económicos, sociales y culturales, o "Derechos humanos de segunda generación". ¿Se puede exigir a alguien, por ejemplo, que no contribuya a esquilmar un banco de pesca si ése es su único recurso para alimentar su familia? No es concebible tampoco, por citar otro ejemplo, la interrupción de la insostenible explosión demográfica sin el reconocimiento del derecho a la planificación familiar y al libre disfrute de la sexualidad. Y ello remite, a su vez, al derecho a la educación.
En definitiva, la preservación sostenible de las condiciones de vida en nuestro planeta exige la satisfacción de las necesidades básicas de todos sus habitantes. Pero esta preservación aparece hoy como un derecho en sí mismo, como parte de los llamados Derechos humanos de tercera generación, que se califican como derechos de solidaridad y que incluyen, de forma destacada, el derecho a un ambiente saludable, a la paz y al desarrollo para todos los pueblos y para las generaciones futuras, integrando en éste último la dimensión cultural que supone el derecho al patrimonio común de la humanidad. Se trata, pues, de derechos que incorporan explícitamente el objetivo de un desarrollo sostenible.
Este año 2009, el Día Universal de los Derechos Humanos tendrá lugar mientras se celebra en Copenhague la Conferencia sobre el cambio Climático convocada por Naciones Unidas del 7 al 18 de diciembre. En esta convención la humanidad se juega la posibilidad de evitar que el cambio climático quede totalmente fuera de control. Se dirime, pues, el derecho a un ambiente saludable, un derecho fundamental que afecta a la propia supervivencia de nuestra especie. Por ello, la mejor forma de celebrar la efeméride esta vez es contribuir al logro de un acuerdo justo y efectivo en Copenhague.
Además de las numerosas propuestas y ciberacciones para contribuir a dicho objetivo, impulsadas por Instituciones como Naciones Unidas así como por asociaciones y organizaciones no gubernamentales de ámbito internacional y local, a las que ya nos referimos en anteriores boletines, las principales organizaciones ecologistas, sindicales y de ayuda al desarrollo están convocado para el próximo sábado 12 de diciembre una cadena de manifestaciones sincronizadas por todo el planeta para exigir a los líderes políticos "acción urgente contra el cambio climático". Hacer nuestro este llamamiento y contribuir al éxito de estas iniciativas es la mejor forma de celebrar este año el Día Universal de los Derechos Humanos
Educadores por la sostenibilidad
Boletín Nº 45, 10 de diciembre de 2009
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