viernes, 9 de diciembre de 2011

Y la Educación A´pa?


Ahora que he estado, por pura curiosidad, revisando algunas de las estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI (Por sus siglas en Español :P) encontré algunos números interesantes en el rubro de educación y es que, según estas cifras, en promedio el 94 % de la población de entre 5 y 14 años asiste a la escuela, es decir el 94% de la población en ese rango de edad tiene acceso a la “educación” “Básica”, no supe si entrecomillar educación o básica así que van “ambas dos”, y si este porcentaje de la población en edad escolar asiste a la escuela, entonces inferimos que existe la infraestructura necesaria o suficiente para que puedan hacerlo, entonces quiere decir que el bajo nivel académico en nuestro proletario país no es por falta de infraestructura educativa, y qué será entonces...

Después de un largo rato de profunda meditación, dos tazas de café y un “mí” Pan Compuesto de allá por las tierras de Don Belisario Domínguez Palencia, a quien por cierto, todavía no invitan a la nueva sede del Senado de la República, llegue a la siguiente conclusión, revelación, bueno casi casi una epifanía: (música de revelación mística y que Dios me agarre confesado) el problema son los maestros.

Pues finalmente de nada sirve tener al 100% de los niños y jóvenes estudiando, si la persona que está al frente del aula no tiene el compromiso por enseñar, nos quejamos de la calidad de nuestros planes de estudio, sin embargo es más eficiente un programa educativo de características muy básicas si se quiere, pero llevado a cabo por una persona comprometida y con vocación por la educación, que el mejor programa educativo del mundo llevado a cabo por una persona a la que no le interesa más que saber cuánto le aumentarán de salario este año, que día de la semana es su junta sindical y llegar temprano al servicio de salud para que le den su incapacidad, de salud claro está porque la otra ya la traía desde que le dieron su plaza.

Se ha creado un elefante blanco pues se le sigue invirtiendo a infraestructura y engrosando las filas sindicales con más maestros, el elefante está gordo, galán como decimos en Chiapas, hasta chapeado el méndigo, pero no se puede mover, cada vez requiere más y entre mas come menos hace.

La estrategia a seguir no es crear más infraestructura, no es aumentar el número de maestros ni darles más salario, ni reformas educativas, pues todo esto de nada sirve si en el campo no existe gente comprometida por educar, cuantas generaciones perdidas no hay gracias a esta falta de compromiso.

Si con los mismos arrestos con los que se mando al ejército a repartir plomo se realizara una cruzada por la educación que permita realizar una limpia de todos los parásitos que no educan pero como succionan, de otra cosa estaríamos hablando.

Es necesario acabar con ese círculo vicioso de que los maestros le echan la culpa a las autoridades educativas y estas a los maestros y luego entra el sindicato a interceder por estos últimos, regresa con los maestros y los apapacha con el logro de un aumento salarial y más presupuesto para educación como premio a la mediocridad, y el sindicato regresa y negocia con las autoridades, con los partidos políticos para obtener más poder y posicionamiento político, las autoridades realizan una evaluación educativa y por los resultados publicados los maestros le echan la culpa a las autoridades y de nuevo a empezar. Y los niños, a chingar si es cierto los niños y esos ¿a qué sección pertenecen?.

Hasta cuándo llegará alguien con los suficientes tamaños para declarar la guerra a la ignorancia que reparta balas de papel que derramen tinta en las aulas de nuestras escuelas, que hieran con letras el corazón de nuestros niños y decapiten la ignorancia con la espada de la ciencia, el arte, la virtud y el amor a la verdad.

P.D. Se les comunica a los senadores que hagan favor de pasar a la sección de ideologías olvidadas en la antigua sede del senado, ya que por la alegría del cambio de curul se les olvido la escultura de Don Belisario Domínguez Palencia y por ende su legado, y si van, que vallan todos porque sólo así podrán cargar con semejante peso.

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