Con
una tasa de desempleo en alza, el mercado de trabajo para los jóvenes de 15 a
24 años seguirá deteriorándose a medio plazo, según un estudio de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado este miércoles 8 de
mayo.
En
2013 habrá cerca de 73,4 millones de jóvenes desempleados en el mundo, casi 3,5
millones más que en 2007 y 0,8 millones más que 2011.
Y
la situación no hará más que empeorar. Globalmente, entre 2012 y 2018, el
número de jóvenes en paro va a aumentar en más de dos millones, lo que equivale
a una progresión de cerca del 25%.
"En
2018, la tasa de desempleo de los jóvenes será del 12,8% (contra 12,6% en
2013), con disparidades regionales crecientes", predicen los expertos de
la OIT.
Los
economistas estiman que las economías desarrolladas registrarán
"mejoras" que serán compensadas por un deterioro de la situación en
otras regiones, principalmente en Asia.
"Uno
de los elementos más espantosos es la desconfianza de las nuevas generaciones
con los sistemas políticos y socioeconómicos", estima la OIT. "Una
parte de esta desconfianza se demuestra a través de manifestaciones políticas,
tales como los movimientos antiausteridad en Grecia o en España" donde los
jóvenes desempleados son más que los jóvenes activos, explica la organización
internacional con sede en Ginebra.
En
general, la OIT está particularmente preocupada por la situación actual en tres
regiones: las economías desarrolladas y la Unión Europea, Oriente Medio y
África del norte, donde el desempleo juvenil se ha disparado desde 2008. En las
economías desarrolladas y la Unión Europea, el desempleo de los jóvenes subió
al 24,9% entre 2008 y 2012.
El
desempleo en la UE fue del 18,1% en 2012 y según las últimas previsiones de la
OIT no caerá por debajo del 16% antes de 2018. Pero esta media esconde muchas
desigualdades. En España y Grecia, el desempleo entre los jóvenes de 16 y 24
años afecta a más de la mitad de la población, al 30% en Italia y al 20% en
Francia.
En
cambio, en Alemania, afecta al 8%, el nivel más bajo de la UE, según el
instituto económico DIW, que se alarma porque el paro juvenil se reduce por la
caída de la natalidad. A medio plazo, el desempleo juvenil seguirá presionado
cuando los que están estudiando debido a la falta de oportunidades laborales se
integren al mercado de trabajo.
Pero,
aunque la situación de los jóvenes en la UE suele acaparar las noticias, la OIT
advierte de que "las regiones en desarrollo se enfrentan a desafíos mayores
en términos de empleo de los jóvenes y registran importantes
divergencias". Así, la tasa de desempleo de los jóvenes se situará en
torno al 30% en Oriente Medio en 2018 (contra el 28,3% en 2012) y el 23,9% en
África del Norte (contra el 23,7% en 2012).
En
Asia, la situación es mucho más favorable actualmente pero va a empeorar: en
2018 la tasa de desempleo de los jóvenes será del 10,5% en Asia Oriental
(contra 9,5% en 2012), del 14,3% en el sureste asiático y el Pacífico (contra
13,1% en 2012) y del 9,8% en Asia meridional (contra 9,3% en 2012).
En
América Latina y el Caribe también empeorará la situación, pasando del 12,9% en
2012 al 13,6% en 2018. Sólo en los países del África subsahariana permanecerá
estable en el 11,7%.
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