Un nuevo informe elaborado por expertos de Naciones Unidas (ONU) asegura que "fracasaron" las operaciones militares respaldadas por esta organización en la República Democrática del Congo.
El análisis, asegura que los rebeldes Hutu de Ruanda siguen recibiendo armas y reclutando a militantes. Y lo que sería peor, la misión de la ONU habría conducido a "un recrudecimiento de la crisis humanitaria" en el país.
Este documento está firmado por un grupo de expertos que este organismo internacional envió para investigar posibles violaciones a un embargo de armas en la República Democrática del Congo.
El Consejo de Seguridad se reunirá este miércoles a puerta cerrada para analizar este documento, según corresponsales de la BBC.
Protección a civiles
Protección a civiles
"En muchos sentidos, este informe reivindica lo que grupos humanitarios llevan criticando desde hace meses, la ofensiva del ejército del gobierno del Congo contra los rebeldes", dijo el periodista de la BBC Peter Greste desde Nairobi.
"La ONU ha apoyado activamente esta operación como forma de parar a una de las milicias más temidas en un vecindario muy inestable", explicó.
Pero el informe señala precisamente que podría haber una contracción en este apoyo de la ONU. Por un lado, la organización dice que quiere proteger a los civiles, pero por otro apoya unas incursiones que agravan la situación en el Congo oriental, sugiere el texto.
En otras ocasiones, el operativo de la ONU en el Congo, conocido como MONUC (acrónimo de Misión de la Organización de Naciones Unidas en el Congo), ha recibido críticas por la falta de protección que ofrece a la población civil de los rebeldes.
Más armas, más contrabando
Más armas, más contrabando
Según el texto, los rebeldes -algunos de ellos involucrados en el genocidio en Ruanda de los años 90- han sido capaces de contactar con otras redes en Burundi, Uganda, Tanzania y Europa para garantizarse el suministro de armamento y nuevos soldados.
Estos militantes habrían extendido ahora su influencia hacia otras zonas del país y contarían además con el apoyo de miembros destacados del ejército congoleño, a pesar de que estos deberían combatir a los rebeldes ruandeses, de acuerdo al convenio con la ONU.
Esta organización habría fracasado también en el contrabando anual de minerales como el oro y el estaño por valor de millones de dólares por parte de los rebeldes, agrupados bajo las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda.
Los destinatarios de estos minerales, que suelen transportarse a través de Burundi y Uganda, están a menudo en Emiratos Árabes Unidos, según el informe.
El texto no solo apunta a la ONU. También describe que muchas compañías multinacionales siguen sin cooperar con las sanciones internacionales.
Los expertos de Naciones Unidas llaman en su informe a que los países miembros de la organización castiguen a aquellos que estén involucrados y a quienes se estén lucrando con este conflicto.
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